Rescató una antigua memory card de PS1 y, al verla, recordó que ser gamer nunca fué barato.

La fiebre por los videojuegos retro nunca se extingue. Cada consola, cartucho o accesorio vintage no es solo plástico y circuitos, es una cápsula de recuerdos: tardes enteras frente al televisor, cuando la mayor aventura era descubrir mundos que parecían salidos de nuestros sueños. Por eso, cada vez que alguien se adentra en la arqueología gamer, viaja inevitablemente en el tiempo… tal como le ocurrió a una persona en Internet.

Hace años, las consolas no tenían memoria interna para guardar partidas. Por eso, aquellos periféricos de almacenamiento externo se han transformado en verdaderos tesoros para los coleccionistas. Un usuario de Reddit compró uno sin imaginar que, además del accesorio, venía acompañado de un hallazgo aún más sorprendente.

El redditor conocido como lack_albinoz compartió una publicacion: una vieja memory card de PS1. Pero lo que hizo especial la caja no fue el accesorio, sino el recibo original que venía dentro. Más que un papel, era una cápsula del tiempo, mostrando con exactitud cuándo otro gamer había vivido la misma emoción décadas atrás.

Entre miles de comentarios, el hilo se llenó de recuerdos: usuarios compartieron sus primeras compras en tiendas de videojuegos y lo difícil que era, de niños o adolescentes, ahorrar para accesorios oficiales. Pero si miramos de cerca el recibo, se puede ver que la memoria de PS1 se adquirió el 16 de mayo de 1997 a las 11:00 AM.

¿Su precio en los noventa? 52,74 dólares. Ajustando por la inflación hasta 2025 usando el Índice de Precios al Consumidor (CPI) de EE. UU., hoy costaría poco más de 106 dólares, es decir, el doble de aquel entonces.

Ser amante de los videojuegos no siempre es barato. Recientemente, Xbox aumentó el precio de sus consolas, sumándose a PlayStation y Nintendo como parte de medidas económicas. Además, los costos se disparan con tarjetas gráficas de última generación, juegos que superan los 80 dólares y suscripciones a distintos servicios.

Pero no todo está perdido: el gaming también ofrece alternativas accesibles, como juegos gratuitos, descuentos digitales durante todo el año o plataformas más flexibles como PC y smartphones, donde es posible disfrutar sin romper el presupuesto.