Imágenes satelitales revelan posibles cuerpos en Sudán: denuncian masacres visibles desde el espacio

Jartum, Sudán — noviembre de 2025.
El conflicto en Sudán, que comenzó hace más de dos años, ha alcanzado niveles de horror nunca antes vistos.
Nuevas imágenes satelitales analizadas por el Humanitarian Research Lab de la Universidad de Yale muestran lo que parecen ser cuerpos humanos y rastros de sangre visibles desde el espacio, en la ciudad de El Fashir, situada en la región de Darfur del Norte.

Según el análisis, las fotografías tomadas entre el 27 y 28 de octubre de 2025 revelan decenas de figuras de entre 1,3 y 2 metros de longitud —compatibles con el tamaño de cuerpos humanos— junto a manchas rojizas y fosas excavadas recientemente. Estas imágenes coinciden con los testimonios de civiles que lograron huir de la ciudad y relataron ejecuciones masivas, saqueos y quema de aldeas enteras.

El infierno de El Fashir

En los últimos meses de 2025, la ciudad de El Fashir, capital de Darfur del Norte, se convirtió en el epicentro de la violencia.
Las RSF rodearon la ciudad, cortando suministros de alimentos, agua y electricidad. Testigos relataron que, tras la captura de varios barrios, decenas de civiles fueron ejecutados en las calles, y los cadáveres quedaron expuestos durante días.

Los satélites de observación —utilizados por organizaciones humanitarias como Yale HRL y Planet Labs— captaron imágenes de cuerpos tendidos, manchas oscuras compatibles con sangre y fosas recién abiertas.
También se observó movimiento de camiones y maquinaria pesada cerca de los lugares donde antes se veían cuerpos, lo que sugiere entierros apresurados o eliminación de pruebas.

Medios internacionales como Le Monde, Associated Press y India Today confirmaron la autenticidad de las imágenes y las vincularon con las fechas en las que ocurrieron las ofensivas más violentas.

La desinformación y las dificultades de verificación

Sin embargo, no todas las imágenes que circulan en redes son auténticas. Algunos usuarios compartieron fotos antiguas o manipuladas, lo que ha dificultado distinguir los hechos reales de la propaganda.
Aun así, los investigadores aseguran que los datos satelitales analizados sí coinciden con testimonios, grabaciones y reportes de ONG locales, lo que refuerza las denuncias de masacres sistemáticas.

El acceso a El Fashir y gran parte de Darfur está bloqueado para periodistas y observadores internacionales, lo que impide verificar sobre el terreno el número exacto de víctimas.
A pesar de esto, la ONU ha calificado la situación como una catástrofe humanitaria sin precedentes, señalando que más de 10 millones de personas han sido desplazadas dentro y fuera del país

Por qué ocurre esta guerra

El conflicto tiene raíces políticas, económicas y étnicas.
Tras la caída del dictador Omar al-Bashir en 2019, Sudán intentó iniciar una transición democrática con apoyo internacional.
Sin embargo, el poder quedó en manos de los militares y de las RSF, que comenzaron a disputarse el control del país.

Las RSF, originalmente formadas por milicias árabes conocidas como Janjaweed (acusadas de genocidio en Darfur en 2003), se convirtieron en una fuerza paramilitar muy poderosa, con acceso a grandes reservas de oro y apoyo de redes internacionales.
Su líder, Hemedti, buscaba consolidar su poder económico y político, mientras el ejército intentaba incorporarlas formalmente al mando militar, lo que desencadenó la guerra.

Desde entonces, ambos bandos se acusan mutuamente de crímenes de guerra, mientras la población civil paga el precio con bombardeos, ejecuciones, hambruna y desplazamientos masivos.

Un país al borde del colapso

Actualmente, Sudán se encuentra al borde del colapso total.
La economía está destruida, las instituciones no funcionan y millones de personas dependen completamente de la ayuda humanitaria.
Sin embargo, el acceso a esa ayuda es casi imposible debido a los combates y al control de carreteras por grupos armados.

La comunidad internacional —incluyendo a la ONU, la Unión Africana y Estados Unidos— ha condenado los ataques, pero ninguna negociación de paz ha prosperado.
Mientras tanto, las imágenes satelitales de octubre y noviembre de 2025 son una evidencia tangible del sufrimiento que atraviesa el país: una tragedia visible incluso desde el espacio.